Descripción
El lobito camina aburrido y triste por el bosque. Busca un amiguito con quien jugar. Pero ya se sabe la mala fama que tienen los lobos. Así que ninguno de los animales con los que se encuentra, ni la ardilla ni el conejo ni el zorro, quiere jugar con él, porque sus mamás se lo han prohibido. Pero la pequeña abeja no tiene miedo y le invita a jugar al escondite. Se lo pasan tan bien que los otros animales no podrán resistir la tentación de jugar con ellos.