Descripción
Nos queda lo mejor es un conjunto de relatos con un mensaje de optimismo. Aunque un tanto particular. No es un mensaje de optimismo, por ejemplo, para quienes luchan por sus sueños y los consiguen –nos va a matar esta frase–, sino para quienes luchan por sus sueños y no los consiguen. Para quien intenta hacerlo bien y le sale mal. Para quien toma una decisión y se echa atrás de inmediato. Para los payasos y las estríperes, y las payasas y los estríperes. Para quien trata de seducir a alguien con un moco pegado a la nariz. Para quien cobra la mitad. Para los viejos que se hacen los jóvenes y los jóvenes que se hacen los sabios. Para quien recoge gatos. Para quien no sabe quién es. Para quien se sacrifica y no recibe recompensa. Para quien folla sin amor. Para quien ama sin follar. Para quien guarda su vida en una caja y cuando decide abrirla, ha perdido las llaves. Y seguimos y hasta nos da la risa. Nos queda lo mejor es un canto de amor al patetismo humano, a la chapuza universal. Una puesta en escena de la pasión por lo grotesco. Porque lo grotesco corporiza lo patético y si algo somos, por encima de todas las cosas, es gente patética y enamorada.