Descripción
La pequeña abeja tendría que estar cosechando el polen de las flores. Pero es una tarea tan dura… Y las margaritas son tan mulliditas, ¡y huelen tan bien! Sería una lástima no disfrutar un poco de ellas. Sin embargo, cuando su mamá la descubra echando una siesta, la pequeña abeja inventará una complicada historia para justificarse. ¿Realmente era necesario? François Roussel nos trae una simpática y tierna narración que arrancará una sonrisa tanto a grandes como a pequeños. El álbum destaca por su ilustración a tres tintas, en la que el autor ha empleado únicamente el color amarillo, logrando un resultado realmente llamativo.