Descripción
Los años sesenta en los Estados Unidos fueron la década del exceso: la interminable guerra de Vietman, el triunfo del rock and roll, los hippies y el descubrimiento del sexo, el mixticismo orienta y el LSD, pero también los conflictos raciales, los asesinatos de los líderes políticos y un gasto público desbocado. El fin de eta era desquiciada quedó simbolizado por los horribles asesinatos en la residencia de Roman Polanski y Sharon Tate el 8 de agosto de 1969.
El «verano del amor» californiano había llegado así a un trágico fin y la sociedad estadounidense exigía un «chivo expiatorio» que pagara por todos los pecados del país.
Esa víctima propiciatoria se llamaba Charles Manson y se mostró encantada de interpretar el papel de expiador.