Descripción
Hubo un tiempo en que los tatuajes se asociaban a personajes de entornos marginales, como marineros, presidiarios o freaks. Eran una provocadora declaración de intenciones: «He vuelto desde otro lugar». Hoy en día el tatuaje se ha universalizado y ha perdido esta condición. El propio autor los luce y declara: «Tatuarse es una fiesta. Para nosotros que nos marcamos, tatuarse es la mayor fiesta imaginable, una mezcla de voto solemne y treta infantil». Este es un ensayo sobre una subcultura que ha devenido cultura.
¿Qué impulsa a tatuarse? ¿Qué se quiere declarar con ello? Los motivos pueden ser rituales, identitarios, decorativos… Curar la piel habla de la historia y la evolución de los tatuajes, su significado, su presencia en novelas y películas; de artistas tatuadores, del cuerpo como lienzo y como mapa. Pero, como los tatuajes, habla sobre todo de la vida: de vínculos, emociones y sentimientos; de cómo vivimos y cómo podríamos hacerlo, quizás con un ritmo más lento, más atentos al paso del tiempo, a hacer que las cosas perduren.