Descripción
La lectura es indispensable para vivir en la sociedad actual. Desde un manual de instrucciones de un simple electrodoméstico hasta las consignas de uso de un cajero automático, o el texto de un contrato de seguros, la lectura forma parte de nuestra vida cotidiana. Desafortunadamente, no todo el mundo domina esta capacidad con la misma destreza. Entre las múltiples razones que pueden impedir a un individuo leer correctamente, la dislexia está reconocida desde hace más de un siglo, pero sólo en los últimos tiempos se ha empezado a comprenderla y a tenerla en cuenta. El objetivo de este libro es describir la dislexia a la luz de los últimos descubrimientos científicos, recordando ante todo que se trata, siempre, de un diagnóstico emitido por un especialista y al cual se llega gracias a la manifestación de problemas específicos. Si bien los maestros están en primera línea a la hora de detectar posibles problemas de aprendizaje, la dislexia puede pasar desapercibida en un principio y va más allá del mero marco escolar. Su tratamiento requiere de la colaboración de todos los implicados en el desarrollo del niño, así como de la readaptación que deben hacer todos juntos para obtener los mejores resultados posibles. Los problemas presupuestarios que afectan al mundo de la educación y al de la salud llevan a muchos padres a gastarse el dinero en especialistas privados o a recurrir a terapias alternativas para ayudar a sus hijos disléxicos. En esta obra se abordan las diferentes aproximaciones teniendo siempre en cuenta su carácter científico; en este sentido, no se trata de una revisión exhaustiva de todo lo que hace la gente intentando encontrar, desesperadamente, una solución milagrosa. No existen milagros en el tratamiento de la dislexia: sólo hay trabajo duro, esfuerzo sostenido y bien orientado y, sobre todo, muchísima comprensión por parte de la familia y de los maestros. Al final del libro se incluyen unas páginas a modo de cuaderno pensadas para un alumno disléxico. En efecto, muchos padres y muchos maestros tienen dificultades para explicar de manera clara qué es la dislexia. Gracias a la historia de Miguel, un niño de tercero de primaria, los niños disléxicos podrán comprender con facilidad sus propias dificultades, mientras que las páginas dirigidas a los padres les permitirán documentarse sobre tal o cual aspecto concreto de la dislexia, al mismo tiempo que podrán responder las preguntas de sus hijos con sus propias palabras.